Contra dentaduras, promessas e sorrisos populistas, Cesar Sierra usa a constituição
No último dia 13 de agosto, o capitólio colombiano foi detetizado. Mangueiras fumegantes mataram bichos, bactérias e outros difusores de doenças para que os políticos pudessem governar o país livres de contaminações. Mas, muito além dos bichos e bactérias que possam interferir no trabalho daqueles profissionais, há algo ainda mais prejudicial: o populismo. Cesar Sierra, assessor do senador Rodrigo Lara, costuma detetizar o populismo do seu gabinete todos os dias. Varre palavras amenas e interesseiras, mata propostas piedosas que aliviam, por um dia, a fome da gente pobre, cerra sorrisos demagogos e manda às favas as dentaduras e cestas básicas feitas pra angariar votos. Em contrapartida, Cesar adota uma medida mais simples para que os cidadãos, antes dos políticos, governem o país. Quando se reúne com as pessoas das comunidades que atende, Cesar Sierra senta-se ao lado delas, no mesmo nível, e dá-lhes a conhecer a constituição colombiana. Isso porque, segundo o assessor, os problemas do estômago calam-se na boca e, assim, as mazelas sociais se perpetuam infinitamente. Para que isso não aconteça, Cesar facilita aos cidadãos o acesso às leis e direitos constitucionais para que o alimento chegue primeiro à consciência e, depois, como uma consequência, ao estômago. Assim, com a constituição colombiana aberta, Cesar Sierra detetiza a praga do populismo todos os dias.
Contra la bacteria del populismo
En el último 13 de agosto, el capitolio colombiano fue dedetizado. Mangueras humeantes mataron bichos, bacterias y otros difusores de enfermedades para que los políticos puedan gobernar el país libre de contaminaciones. Pero, mucho más allá de los bichos y bacterias que puedan interferir en el trabajo de aquellos profesionales, hay algo todavía más perjudicial: el populismo. Cesar Sierra, asesor del senador Rodrigo Lara, acostumbra dedetizar el populismo de su gabinete todos los días. Barre palabras amenas e interesadas, mata propuestas piadosas que alivian, por un día, el hambre de la gente pobre, cierra sonrisas demagogas y manda a las habas las dentaduras y cestas básicas hechas para recaudar votos. En contrapartida, Cesar adopta una medida más simple para que los ciudadanos, en vez de los políticos, gobiernen el país. Cuando se reúne con personas de las comunidades que atiende, Cesar Sierra se sienta al lado de ellas, en el mismo nivel, y les da a conocer la constitución colombiana. Eso porque, según el asesor, los problemas del estomago se silencian en la boca y, así, las malezas sociales se perpetuán infinitamente. Para que eso no suceda, Cesar facilita a los ciudadanos el acceso a las leyes y derechos constitucionales para que el alimento llegue primero a la conciencia y, después, como una consecuencia, al estomago. Así, con la constitución colombiana abierta, Cesar Sierra dedetiza la plaga del populismo todos los días.
Traducao: Carlos Paz