Dez restaurantes off-Palermo/Cañitas

por Ana Manfrinatto

Lista da Planeta Joy tem opções bacanas em bairros fora do circuito

A revista Planeta Joy publicou uma lista com dez restaurantes “con onda” – ou seja, bacaninhas – que estão fora do manjadíssimo circuito Palermo/Las Cañitas. Desta lista de dez eu conheço dois: um é o La Reina Kunti, de comida indiana vegetariana que eu amo, e o outro é o Mochica, um peruano arrumadinho que perde um pouco em autenticidade para outros do mesmo gênero que estão no bairro do Abasto, como o Carlitos.

O que a revista fez foi escolher dez bairros portenhos e apontar a opção mais cool de cada um deles. A lista é um respiro para quem não sabe onde ir e está cansado de pagar caro, comer algo nem tão incrível assim e não ter onde estacionar o carro em Palermo e Las Cañitas que, como diz a Planeta Joy, são pólos gastronômicos fashion onde era bacana comer há 10 ou 15 anos.

O copy-paste da lista, em castelhano, está aqui, ó:


1. San Telmo: Caseros. Muchos lugares nuevos apuntan a ser una suerte de bodegón chic, mezclando la juventud de sus cocineros con la antigüedad de sus muebles y sus recetas. A una cuadra del Parque Lezama, Caseros logra ese mix armoniosamente, sin forzar nada: un salón de paredes blancas despojadas (como decoración, apenas unos fruteros sobre las mesas) donde se sirven platos abundantes y caseros: por ejemplo, polenta a la plancha con hongos salteados, o bife de vacío con papas, tomates y cebollas. Lugar súper cálido de noche que también luce al mediodía, con un ventanal enorme que da una muy linda luz natural. El menú de almuerzo se anuncia en una pizarra e incluye entrada + plato + bebida + café Nespresso por $28. A la carta, el precio puede llegar a $65. Av. Caseros 486 / T. 4307-4729

2. Boedo: Pan y Arte. ¿Sos de ir a museos, y te gustan los espacios bohemios, jóvenes y culturales? Acá serás feliz. Un salón algo rústico, decorado con muebles viejos, donde también se organizan eventos culturales, se dictan clases y talleres y se presentan artistas plásticos y espectáculos de música y teatro. La cocina es sencilla y regional pero bien sazonada y con productos frescos. La carne a la masa está muy bien preparada, lo mismo que el pastel de carne y la humita, que viene bien dulce; la empanada es la auténtica mendocina. La carta de vinos es razonable y los precios, erráticos pero lógicos. Podés llegar a pagar unos $50 más bebidas. El servicio no es su fuerte, pero sin dudas es un restaurante que tiene su encanto y sus seguidores incondicionales.
Boedo 878 / T. 4957-6702

3. Monserrat: Al Este de Lila. Un restaurante que le pone luz a una zona de noches oscuras, con tres coloridos salones con piso de pinotea, techos altísimos y una decoración ecléctica que va de los canapés a los sillones y de la wasery al piano. Además, los viernes y los sábados hay shows musicales que van de tango a ritmos criollos con arpa. La carta es porteña, con pucheros y lentejas los jueves, día en que también hay descuentos especiales para la mesas de mujeres solas. Pero si comés a la carta, apuntate al lomo con salsa del bosque o las costillitas de cerdo acarameladas con puré de batatas. La cocina es a veces algo lenta, pero el servicio muy esmerado. Por unos $60, tenés una linda cena en un lugar con brillo propio.
México 355 / T.  4331-1086

4. Abasto: Mochica. Tanto en calidad como en precio, el punto medio entre los comederos peruanos que te dan un poco de miedo y los lugares fashion de Palermo Soho. Amplio, prolijo y sobrio, decorado con máscaras incaicas, y con una carta inabarcable, llena de propuestas típicas y no tanto: pulpo al olivo, conejo al ajiaco y ceviche Mochica (de salmón rosado, pulpo, langostinos, camarones, conchas de abanico, mejillones y almejas). Eso sí, los mejores platos arrancan en $38 y llegan a $70 en el ceviche. Hay también interesantes opciones de piqueos para dos personas, por $70 u $80. Al mediodía, un buen menú ejecutivo por 20 pesos. Y por diez más, te chupás un pisco sour.
Agüero 520 / T. 4866-2200

5. Almagro: La Reina Kunti. Comida india vegetariana en una casa reciclada con muebles y vajilla de abuela donde podés elegir entre las mesas de adelante o las piezas / reservados de atrás. Se comen pakoras, samosas, chapatis con chutneys: delicias especiadas a base de harinas integrales y verduras saltadas que se toman su tiempo para salir. También hay sopas, ensaladas, sándwiches, arroces y pastas (con salsa Khadi, picante, a base de yogur y especias). Como broche final, elegí las “Simplemente maravillosas”, unas misteriosas bolitas blancas. Para beber, jarras de limonada, cerveza Otro Mundo y vinos orgánicos (desde $35). Los principales van de $15 a $25. Iluminación suave, música oriental y sahumerios. Ideal para citas románticas y reuniones de amigas.
Humahuaca 3461 / T. 4863-3071

6. Villa Crespo: Thymus. Es uno de los mejores restaurantes de Buenos Aires y no está ni en Puerto Madero, ni en Las Cañitas. Está ahí escondido, en una cuadra tranquila de Villa Crespo. Un salón pequeño con un servicio impecable y platos de autor del chef Fernando Mayoral. Recetas únicas que no vas a encontrar en ningún otro restaurante y que tal vez tengas que preguntar de qué se tratan, como el tapenade con almendras y bisque de langostinos, o el magret de pato, crema de maíz tierno y reducción de vinagre de melaza de caña. Eso sí: hablamos de un lugar de alta gama. No vas a gastar menos de $120 por cabeza. Pero para darse un gusto, vale la pena. Para los miedosos, hay seguridad en la puerta.
Lerma 525 esq. Malabia / T.  4772-1936

7. Belgrano: Las Huazas. Estando Las Cañitas tan cerca, parecería que en Belgrano nadie se anima a poner un lindo restaurante con onda. Son todos clásicos y repetitivos. Las Huazas no: un grill moderno, con cortes de carne de buen tamaño y algunos platos que no siempre están en otras parrillas, como las pamplonas de cerdo, o la escalivada. Ensaladas originales y de gran tamaño. Espacios amplios y un piso superior con lugar suficiente para armar mesas. Mozos rápidos, que no invaden y saben recomendar. El precio promedio por persona es de unos $60 / $70 por persona. Un todo terreno: cumple tanto en reuniones familiares como en cenas de a dos.
Arcos 1984 / T. 4783-7577 / 4788-1792

8. Colegiales: Pipí Cucú. Un lugar casi hecho a medida para los que amaban Palermo, pero hoy prefieren alejarse del circuito. De hecho, Pipí Cucú es herencia de El Diamante, un restaurante bien de Palermo Soho que tuvo que cerrar sus puertas cuando el alquiler llegó a las nubes. Su dueño es Sergio De Loof (artista, diseñador de moda, decorador, y muchas cosas más) y su impronta se ve en una mezcla de lo moderno y lo kitsch (papel picado sobre las mesas, santería y fotos que juntan al Che Guevara con el Gauchito Gil). Los platos son de autor y se ven cosas como asado braseado, risotto de espinaca y portobello, y de cerdo con ensalada de rúcula y frambuesas. Buena carta de tragos. Romántico y canchero, es ideal para parejas. Puede salir unos $80 por persona.
Ciudad de la Paz 557 / T. 4551-9314

9. Chacarita: Kensho. Si te gusta la comida orgánica, acá tenés una fija. Y si no te gusta, este es el lugar para que cambies de opinión. Vas a ver que sus sabores son más familiares de lo que creías. Un restaurante diminuto y con mucha onda donde Max Cabrera (su chef autodidacta) “te hace de comer” en vez de servirte comida. Sentate en la cocina y miralo trabajar o, ahora que viene el calor, elegí una de las mesas de la vereda. Probá el menú degustación de cuatro pasos: es vistoso y viene servido en baldosas y bowls. Atrapan el paté de nueces; la tapenade de girasol, miel y algas; la sopa de miso, un caldo nebuloso; y la bruschetta de pera y queso hecho a base de castañas de cajú. De postre, el creativo James Brownie, que viene sin manteca. 100 pesos por persona más bebidas.
Zárraga 3799 / T. 4555-0421

10. Palermo: Las Pizarras. Vas a creer que te estamos cargando. ¿Cómo sugerimos un lugar en Palermo para los que están hartos de Palermo? Pero Las Pizarras, por un lado, está lejos del centro de fashion del Soho. Y por otro, parece sacado de 1999, cuando en la zona abundaban restaurantes informales y rústicos, pero cálidos a la vez. Acá todos los platos están anunciados en una pizarra y varían casi todos los días. Se come, por ejemplo raya en escabeche, ñoquis a la romana con ragout de cordero, y vacío de cerdo braseado con especias al oporto y puré de batatas. Hay descorche de vinos a $26. En total, podés gastar unos $60. Es importante reservar porque se llena pronto. Un lugar de Palermo que no parece Palermo.
Thames 2296 / T. 4775-0625

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