Saltar e crescer

Camilo Andrés Melo tem um corpo desses tão pequenos que não interagem com o entorno, antes, estão à mercê dele. O mundo parece engoli-lo. Ao seu redor, pessoas gigantes (acima de 1.50 mt), árvores, casas, ônibus e prédios. Mas Camilo, assim como seus olhos, cresce quando faz acrobacias sobre o skate. O shape, por pouco, não equivale à metade do seu corpo de 12 anos. Por acaso o avistei numa sexta-feira entre saltos e manobras. Quando o interrompi para me apresentar e entrevistá-lo, pediu que eu esperasse um pouco porque estavam gravando um vídeo com ele. Até que o take ficasse bom, Camilo saltou uma dezena de vezes um desnível de quase dois metros num dos páteos do Parque Nacional Olaya Herrera, ao sul de Bogotá. O vídeo era para a Natural, marca colombiana de skate - Camilo foi descoberto por um olheiro enquanto fazia manobras noutra praça de Bogotá. Monossilábico, o menino parecia não entender que os adultos da Natural e mesmo a estrangeira anônima lhe fizessem tanto caso. Tem apenas uma irmã, estuda, é skatista há dois anos e as pessoas gostam de vê-lo montar la tabla (andar sobre o skate). Foi quase tudo o que disse (com custo). Camilo ainda não sabe que os adultos estão mais preocupados com a posteridade - gravar, escrever, registrar, e ele, com menos amarras, prefere repetir saltos à exaustão no único tempo palpável, o presente.

Saltar y crecer

Camilo Andrés Melo tiene uno cuerpo de esos tan pequeños que no interactúan con el entorno, mas bien, están a merced de él. El mundo parece tragarlo. A su alrededor, personas gigantes (por encima de 1.50 m.), árboles, casas, autobuses y edificios. Pero Camilo, así como sus ojos, crece cuando hace acrobacias sobre el skate. El shape, por poco, no equivale a la mitad de su cuerpo de 12 años. Por casualidad lo vi un viernes entre saltos y maniobras. Cuando lo interrumpí para presentarme y entrevistarlo, pidió que yo esperara un poco porque estaban grabando un vídeo con él. Hasta que el take no quedo bueno, Camilo saltó una decena de veces un desnivel de casi dos metros en uno de los patios del Parque Nacional Olaya Herrera, al sur de Bogotá. El vídeo era para la Natural, marca colombiana de skate - Camilo fue descubierto por un cazatalentos mientras hacía maniobras en otra plaza de Bogotá. Monosilábico, el niño parecía no entender por qué los adultos de la Natural y la extranjera anónima le prestaran tanta atención. Tiene sólo una hermana, estudia, es skatista hace dos años y a la gente le gusta verlo "montar la tabla". Fue casi todo lo que dijo (con esfuerzo). Camilo aún no sabe que los adultos están más preocupados con la posteridad - grabar, escribir, registrar, y él, con menos ataduras, prefiere repetir saltos agotando el único tiempo palpable, el presente.

Tradução: Carlos Paz