Curandeiro ausente

O índio não estava porque foi pros Estados Unidos curar, ensinar e esperançar a gente. Trimurti Mirachura Chindoy Mutunbajoy Casamijoy é seu nome - a atendente precisou pegar uma filipeta plastificada com o nome do patrão porque ainda não conseguiu decorá-lo. Além das curas espirituais e físicas que opera em suas viagens, o índio, que é colombiano, dá nome e personalidade à casa de artigos religiosos Templo do Índio Amazônico, na avenida Caracas, em Bogotá. Lá trabalham a atendente que-não-sabe-seu-nome, outras duas vendedoras e a própria filha do índio, que lê cartas de tarô. Se não está em carne e osso presente, pelo menos em papelão e compensado Trimurti está. A loja é salpicada por estátuas suas em tamanho natural. Com as imagens de Trimurti duelam estátuas de santos católicos, símbolos do candomblé, do budismo, estátuas de leigos milagreiros, araras e aranhas de pelúcia pendendo do teto, mandíbula de tubarão e a réplica de um esqueleto num caixão. Ah, e há as vitrines entulhadas de baralhos místicos, cristais, amuletos e elixires milagrosos - entre os principais estão o elixir Extrato de Pega Pega, Eu posso mais que você, Domínio, Mel do Amor e Come to My (sic). Lá havia tudo isso, mas faltava o índio, único motivo de minha visita à loja. Quiçá o encontre em breve, ou, quiçá, descubra que ele é apenas uma filipeta com um nome gigante, uma imagem de papelão e um panfleto amarelo impresso em gráfica rápida.

Curandero ausente

El indio no estaba porque fue pros Estados Unidos a curar, enseñar y esperanzar a  la gente. Trimurti Mirachura Chindoy Mutunbajoy Casamijoy es su nombre -la vendedora necesitó agarrar un volante plastificado con el nombre del patrón porque aún no consiguió memorizarlo. Además de las curas espirituales y físicas que opera en sus viajes, el indio, que es colombiano, da nombre y personalidad a la casa de artículos religiosos Templo del Indio Amazónico, en la avenida Caracas, en Bogotá. Allá trabajan la vendedora que -no- sabe- su- nombre, otras dos vendedoras y la propia hija del indio, que lee cartas de tarot. Si no está en carne y hueso presente, por lo menos en cartón y compensado de  madera Trimurti está. La tienda es salpicada por estatuas suyas en tamaño natural. Con las imágenes de Trimurti duelan estatuas de santos católicos, cristos, símbolos del candomblé, del budismo, estatuas de laicos milagreros, guacamayos y arañas de peluche pendiendo del techo, mandíbulas de tiburón y la réplica de un esqueleto en un féretro. Ah, también las vitrinas están llenas de barajas místicas, cristales, amuletos y elixires milagrosos - entre los principales están el elixir Extracto de pega pega, Yo puedo más que usted, Dominio, Miel del Amor y Come te lo My (sic). Allá había todo eso, pero faltaba el indio, único motivo de mi visita a la tienda. Quizá lo encuentre en breve, o, quizá, descubra que él es sólo un volante con un nombre gigante, una imagen de cartón y un panfleto amarillo impreso en gráfica rápida.

Tradução: Carlos Paz